Desde Poust sabemos que la escritura, el recuerdo no es la reposición del pasado en el presente (como si el pasado reflejara la aciión, la vida, y el presente la reproducción, la copia), sino la creación de un mundo propio en el acto de escribir. Pierde sentido la fidelidad a los sucesos (por otra parte, que significaría esta fidelidad), las personas reales se convierten en personajes, y la verdad adviene como ficción. "Siempre de viaje" desgrana así como una profunda metáfora de la escritura. Idas y vueltas a través del tiempo, trasposiciones de la materialidad de los signos en el espacio, caminos que permanentemente se bifurcan. Y es también la actitud del viajero, que siempre sabe que lo que encuentre resultará distinto a aquello que planificó, conoció o imaginó. Y aún así, no puede ni quiere dejar de viajar. Siempre de Viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario