martes, 27 de octubre de 2009

Letras Combinadas IX

Viernes 30 de octubre, 19.30 h
LETRAS COMBINADAS
9na. Edición


Poesía y pintura
Mercedes Roffé

Letras
Jorge Monteleone
Fernando Noy
Ana Guillot
Belén Garay
Cecilia Noriega

Música poética
The Freak del Amor
& Las gatas peludas



en Bataclana Bar
(Corrientes 3500,
y Sánchez de Bustamante)


www.siempredeviaje.com.ar
www.siempredeviajepoesia.blogspot.com

jueves, 1 de octubre de 2009

El viaje de Belara Michán



El viaje de Belén Garay

Estamos tan tristes que matamos el tiempo llorando, y no podemos soportar ninguna idea intensa sin sufrir, no podemos sostener nada en el tiempo sin quebrarlo antes de empezar, y vemos pasar los días con el pecho tibio, acurrucados en una cama que ya reconoce nuestro peso, que se hunde con su forma y ya sabe de esta tristeza por las arrugas de las sábanas, ahí reposan nuestros cuerpos perdidos y afiebrados, agotados.
 Ya no nos alcanzan las ganas de llorar para dejar de sentir esto, y nos abrazamos entre todos y nos palmeamos las espaldas, nos sabemos solos y ante una lucha infinita.
Hemos descendido, y tanto, y ahora queremos el sol en la piel, amar la mañana sin temor, pero las cosas siguen insulsas ante estos corazones, lloramos porque ya nada se corrompe en nuestras manos, y mordemos el polvo una y otra vez, y queremos estallar el pecho y ya nada se enciende, todo es un desborde de agua helada.
Somos fáciles de vulnerar, podrían aplastarnos con tan poco y no habría resistencia, este cúmulo de gente rota es eterno. Y aún nos queda tanto por llorar.

 *

Alguien dice:

-Lo que no te mata…
-Te destroza- interrumpe el hijo.

Las semillas secas de esta tierra traen un tiempo muerto, y queremos sanar. Queremos curarnos y devolver estas risas atragantadas, estos espasmos sutiles que nos acompañan casi siempre, cuando todo esto se transforma pero nada se pierde, absolutamente nada, y vemos esta tierra inútil adherirse a esa posición fetal de todas las noches, si siempre volvemos a ella, si es inevitable.
Alguien se ahoga y se queda sin aire en la casa, los demás nos quedamos en silencio porque sabemos que no debemos interrumpir ese dolor. Hemos descubierto un límite nuevo de nuestra angustia, y cuando ya no creemos que puede haber más, aún se puede tener el agua hasta el cuello, el polvo secando estas gargantas, y entonces nos pedimos perdón entre todos y miramos hacia otro lado, respetándonos con lo poco que tenemos.
Sí, la muerte se comió todo acá. Y las miramos, la sabemos reina. Somos los condenados.

sábado, 22 de agosto de 2009

LETRAS COMBINADAS VIII

Viernes 28 de Agosto, 19.30 h
LETRAS COMBINADAS
8va. Edición





Letras

Susana Cella
Francisco Garamona
Karina Macció
Mana
Belara Michán
Laura Stigliano
Florencia Walfisch

Música

Eliana Casero

Registro y Arte multimedia
Agustín Schmukler

en Bataclana Bar
(Corrientes 3500,
y Sánchez de Bustamante)

Letras Combinadas VII

Viernes 26 de Junio, 19.30 hs




Viajeros invitados:

Sandro Barella
Carlos Battilana
Elena Boledi
Liliana Ponce
Mónica Rosemblum

Música: Marcos Cabezas

El viaje de Marcos Cabezaz







El viaje de Mónica Rosenblum

Mónica Rosenblum nació en 1960, es psicoterapetua, consteladora familiar y poeta. Patricipa del taller literario de Romina Freschi.
Publicó Ultima Piedra (Editorial Tierra Firme, 2002) y Umbral (Pájarosló Editora, 2008).
Textos suyos fueron publicados por: Zapatos Rojos, Color Pastel, Poesía Manuscrita; Poesía en el Subte, Revista Feminaria, Revista ADAMAR (España), Diario La Jornada (México), Revista Plebella, entre otros . En 2006, su poema Hexafluoruro de Uranio fue musicalizado por Cecilia Gauna para el CD Non-Stop. A partir de diciembre de 2008 forma parte del grupo de poesía ENJAMBRE, junto con Juana Roggero, Juana Peralta, María Gutiérrez y Teresa de Elizalde.






a veces es propicio
cruzar las grandes aguas
y entrar en el juego
de la diferencia


fui tan lejos
a buscar la contraseña
probé palabras,
fechas
datos
números
di vuelta nuestros nombres
nuestros apodos
nuestros susurros
tomé mi sombra
por los tobillos
sacudiéndola
me fijé en el dorso
de nuestras miradas
di vuelta los bolsillos
del camino viejo
busqué en los predicados
en la mejilla del beso
y en la otra
desanduve secuencias
busqué en los zócalos
en el perímetro del laberinto
revolví las bisagras
de la distancia
me di vuelta
hice search
en las profundidades
desatornillé alcantarillas
di tantas vueltas
buscando la clave
la palabra mágica
que a b r a
cadabra
el password
que destrabe
la montaña de hielo
y sólo en la quietud
en el silencio de todos los oráculos
en el off de todas las imágenes
me fue revelada:sí
la contraseña es sí

El viaje de Liliana Ponce


I

Poema

En recuerdo de un viaje a la ciudad de México, desde Acapulco, a través del desierto, un día de noviembre.


1

A un paso del precipicio los pies no sienten
la velocidad del vehículo que corre
bajo el aire de noviembre.
Las curvas de la carretera se abren de par en par
envueltas en el juego de las piedras,
en anillos de piedras y cactus.

Que ahora entre en la ciudad
como si la noche hablara llamando al fantasma
y la evidencia de cada geografía inexistente
pudiera hacerse tan real
como el espacio de un mantel–
la cinta atada al cansancio,
al completo abandono, la persistencia.
Pero éste es el lugar
y sé que algo quedará
en este borroso punto de despojos,
mientras espero la ciudad,
bajo la sombra de Tenochtitlán,
hueso y concha
en el límite donde podría morir.

2

¿Cuánto hace que partí?
Tomaba té y después los árboles
empezaron a desaparecer
al lado de mi ventanilla.
¿Cuánto hace que partí?

La noche también viajaba
de un continente a otro,
de un país a otro.
–Acude a lo dócil, inclínate,
mi tiempo crea la pasión.
El hechizo es un muro flotante,
separará siempre el viento, el ojo mágico,
separará tu voz, la constelación de los rostros.

¿Cuánto hace que partí
de la tierra desnuda y sin memoria,
de lo húmedo en lo alto del mar,
de la noche túnel cavada?


3

Hace un día casi, en auto recorría otro paisaje.
Foránea en planicies de arenisca,
a lo largo de rutas infinitas.
Color de almendra el polvo,
se abre a las serpientes miméticas, sutiles,
que no pueden verse sin prestar atención a lo obvio.
(Es mi anhelo entrar en el corazón de México
–ya bebí sangre de chili,
y gota a gota el agave
entra en mi lengua, se sella en el aliento.)
En el nudo, mi entrada en el secreto:
cómo el cielo comerá al desierto,
lo disolverá en una sola sustancia
sin la convulsión de lo húmedo, lo árido.

La estación de la víbora espera en esta arena,
mi sol despojado, sol rayo
para un espacio esculpido a fuego.
La luz en anillos cae dorada en sus fauces
y me absorbe.


4


La distancia se moldea con los objetos,
retrocede y avanza–
fuego fatuo de la Reina de senos desnudos,
en mi mano deja ahora un cristal
tallado cuidadosamente a la hora sexta,
mientras el viento recorre curvas irreales.
–Sin sol no podré despertar,
sin sol, Reina, no podré besarte.

5


El terror del desierto me aísla.
Quieta, yerta en el umbral de las montañas,
un hilo de sed se refleja en el cielo de vidrio
convertido en lana, en soplo cálido y seco
–el silencio no hubiera elegido entrar en el polvo
pero ahora es la serpiente quien está en los párpados,
y florece en el cuello en gruesos pétalos,
carnívoro reflejo de las vísceras,
del fruto viscoso, bulbo,
espíritu animal envuelto en el color,
y un poco más en luz enmarcando la meseta.
El terror me aísla. Estoy en un espejo
y mi cuerpo puede transformarse
antes de que la navaja corte el rayo,
antes de que mi ojo se desnude.


6


La ciudad se acerca.
Voy por la carretera como si duermiera
en un relámpago.
¿Cuánto hace que partí?
El ardor roe la sed, el hambre, el dolor.
Un suave polvo impregna tu vestido y el cabello
se ha vuelto gris –gris de liquen,
de piedra húmeda
(¿o es que acaso debo pensar en lo húmedo
para esconder la aridez, o desplazarla?)

Duermo en un relámpago
y sé que olvido la muerte
como si olvidara un sueño rápido,
el instante en el vértice de los signos.
Al final del viaje
habrá que tejer en el viento–
y sobre este desierto
todo lo dicho alguna vez se expande,
móvil, continuo.

(Publicado en Revista Tsé-Tsé Nro. 3)

El viaje de Elena Boledi




Buceadora del tiempo


La consigna es hurgar entre las sombras la memoria
hay que encontrar el jardín de la casa de la infancia (mi morada)
En el polvo del silencio sólo puedo hacer un pacto con mis muertos
morder la ceniza y ahogarme
el horizonte está en el barro
pero allí no hay barco que pueda anclar
es mejor dejarlo en la otra orilla
para que no se anegue.
Ir sola a luchar con la marea
sola o conmigo con la otra que soy yo sin máscaras
con mis palabras talismanes
mis escudos
mi cuerpo contra el viento
contra el azote del frío entrando por las grietas abiertas en el muro.
Sí, sola al encuentro con ellos
y me mirarán con sus ojos vacíos bajo la piedra
me esperarán me estarán esperando aguardando
porque la niña de algodones, la infanta coronada
no necesita corceles esta vez
para elevarse al cielo para cruzar el umbral.
La muñeca de pelo largo y rojo irá con ella
será su amuleto para enfrentar los espejos y romperlos y mezclarlos
como un rompecabezas.
Entonces su historia podrá reconstruirse a su manera
renacerse renacerme
volverme a mí conmigo
en mi disfraz de pequeña hacedora de milagros cotidianos
en los lejanos paraísos de la inocencia.

El viaje de Carlos Battilana

Carlos Battilana: Paso de los Libres, Corrientes, 1964. Reside en Buenos Aires. Publicó Unos días (Libros del Sicomoro,1992), El fin del verano (Siesta, 1999), Una historia oscura (Ediciones del Diego, 1999), La demora (Siesta, 2003) y El lado ciego (Siesta, 2005). Ha publicado poemas en antologías y revistas del país y del exterior. Es docente de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Buenos Aires. Colabrora en ADN (suplemento de cultura del diario La Nación) y en Diario de Poesía. Los poemas que se difunden aquí son parte de un libro que se llama Materia, que la editorial Vox publicará próximamente.





Filatelia


mi padre
colecciona estampillas

es una tarea
menor
que requiere
de atención
y de goce

de joven
ha trabajado en el Correo
y su amor
por las formas y los colores
posiblemente
se remonte a ese origen

los sábados
por la mañana
de 1970
setenta y uno
acumula
4 álbumes
y ordena
las nuevas
y viejas estampillas
de argentina, usa,
brasil y canadá

las mueve
de lugar
las desplaza
minuciosamente
usando
una pequeña pinza
de depilar

yo
observo la tarea
a la distancia
y admiro
esa labor
artesanal
la precisión
que requiere
el cuidado
de una tarea ociosa

De "Materia"

El viaje de Sandro Barrella



Sandro Barrella nació en Buenos Aires en 1967. Es librero y periodista cultural. Colaboró en el Suplemento Cultura y Nación del diario Clarín. Colabora con el Suplemento Cultural del diario El País de Montevideo y con el Suplemento ADN del diario La Nación. Sus poemas y artículos sobre poesía fueron publicados en revistas especializadas: Diario de poesía, La danza del ratón, El jabalí, Hablar de poesía. Poemas suyos fueron traducidos al inglés para la revista canadiense Ellipse, cuyo número 73 fue dedicado íntegramente a la poesía argentina contemporánea. Lleva publicados dos libros: El álbum de Pascal (1996), El golf (2005)

sábado, 20 de junio de 2009

LETRAS COMBINADAS VII

Los invitamos a disfrutar de otra noche combinada y viajera!!

Viernes 26 de Junio, 19.30 hs
Bataclana Bar (Corrientes 3500)
Entrada libre y gratuita





Viajeros invitados:

Sandro Barella
Carlos Battilana
Elena Boledi
Liliana Ponce
Mónica Rosemblum

Música: Marcos Cabezas

martes, 9 de junio de 2009

Ya se viene!

Letras Combinadas VII

Viernes 26 de Junio, 19.30 hs
en Bataclana, Corrientes 3500

Entrada libre y gratuita

Pero antes...




Viajera te invita a Descubrir



clin caja - Aníbal Ilguisonis
malapalabra - Cecilia Maugeri
Estuche Negro - Ricardo Czikk

a las 19 hs en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543

Con la participación especial de Jorge Monteleone, Adriana Mancini, Daniel Scarfó y Karina Macció

Entrada libre y gratuita

jueves, 14 de mayo de 2009

Letras Combinadas VI: Virginia Janza




De La cajita de Pandora (Viajera, 2008)

EXPRESA

Espero un
por siempre
supuesto
¿quién te dijo?
¿quién te quiso?

me importa sólo
el familiar olor
conocido y resumido
en un único encuentro
me importa sólo
el beso que dice
ser siempre el mismo
y no
nunca repiten los labios.
Las palabras suelen ser
irremplazables sinónimos
¿y si sólo supiéramos de palabras?
de nombres
que dicen y no
no dicen
nada
pueden recordar
pero no:
sensaciones únicas
sólo existen en los labios
cuando piden
cuando exigen
una muestra más
de tu boca
de eso que siempre
reclama sin saber
y uno percibe
la lengua que reconoce
el querer dar
inmejorables estimulaciones
y se teme
en una noche
no poder demostrar
todo eso que se siente
(el cuerpo fabrica
la mezcla
de esas cosas
que no se saben
decir).
A simple vista
uno quiere
la saliva la escupida la mentira
de nuevo
si uno sabe
que no puede contar
lo que siente
porque el pecho prohíbe
la gran muestra
el estómago el útero la cadera
se estremecen
y te obligan a disimular
la coraza de la noche
casualmente encontrada
que nunca es
pura casualidad.

Letras Combinadas VI: Cecilia Maugeri


De malapalabra (Viajera, 2009)

Vamos con la bandera
el estandarte a la vanguardia
la identificación
detrás de la que marchamos
imprentamayúscula
B A N D E R A
así de grande
para que se lea de lejos
para que se lea mejor
quien pudiera alejarse y ver la procesión entera
sería cámara
acaparadora
quien viera
los retazos ondeando sobre las cabezas
el patchwork
patch
es el ruido de la acción
de pegar lo roto
para arreglarlo por ahora
hasta encontrar una solución mejor
para ocultar el agujero:
ya que no podemos hablar, marchemos
sigamos adelante


¿Y?
¿ahora?
no nos movemos, no hay viento
la veleta no puede girar
está… ¿fija? ¿suspendida? ¿expectante?
Es que la procesión va por dentro
¿quién lo dijo?
¿no la ves venir?
te la estás perdiendo, hay que aguzar la visión,
/ser un poco batman, un poco bruja y un poco…
hay que ser realista
(según el sentido común, realista es alguien
/que ve la realidad tal cual es)
sí, yo quiero ser así
pero ¿cuál es la diferencia entre ser realista y objetivista?
no te alejes, no te arranques los ojos y los tires a que
/miren desde allá
allá-tan-lejos
no hay panorama
no podés abarcar todo con la mirada
se te escapa
ves carteles
¿y ahora vas a volver?
¿vas a marchar?
vas a hacer que flamee
agitás
gritás
avanzás
y te llevás por delante lo que sea que se te cruce
porque no hay otra forma de marchar
al frente
adelante
en línea recta
pisás
un pie después del otro
una cabeza después de la otra
aplastás
el piso
bien abajo
rechazás
la tierra
y avanzás avanzás avanzás
te abalanzás
y ¡zás!
ya sos bandera
ya saltaste al nombre
sos la letra pegada
en la frente
no, más arriba que la frente
ya es fuera del cuerpo
sobre tu cabeza
brilla
el título
el encabezado encabalgado
se continúa en tus ideas
fijas en la bandera
trotando
resoplando
ando y no quiero
soltar la rienda
desbocarme y ser bandera
que ella boquee por mí
que sea mi lengua
que lame el paso
¡que no!
que no quiero
la lengua es mía
soy yo
la que habla
una voz
más antigua que la lengua
el sonido de un cuerpo que se rompe
antes de ser bandera
vestido vacío de carne
letra a secas
sin sonar
sin mojarse
no vamos a llegar

Letras Combinadas VI: Valeria Iglesias




Lo importante es que sea

En los consultorios externos de Pediatría del Hospital Italiano vimos pasar, en una silla de ruedas, una nena con malformaciones . Él preguntó: ¿qué le pasó a esa nena? Yo traté de explicarle, con imágenes sencillas, lo que eran las malformaciones genéticas y las congénitas. Me abrazó, hundió su cara en mi vientre y dijo: "Qué suerte que tengo de que tu panza fabrica bien a los bebés"

Sanito. Un cuerpo con diez dedos en las manos y diez dedos en los pies. Los ojos simétricos. El corazón bebop, los pulmones hip hop y de llanto estentóreo. Mirá qué fuerte que es. Las células, las que tenga que tener, con sus dendritas y sus vacuolas. Los genes en su lugar, ni de más, ni de menos. Mirá, se parece a la familia del padre. Que sea sanito y que el amor incondicional de la procreación sea perdurable, eterno, infalible, dogma de fe.
Que la ciencia médica dé cuenta de lo que anda mal
y lo suture.
Y que el dolor se cure con vitaminas.




Lo que se llevan


En medio de la reforma del departamento (muebles patas para arriba cubiertos por lonas, pintores, albañiles, el frío más frío del año, yo viviendo en un hostel hasta definir la separación) volví para verlo a A., y le explicamos lo que pasaba. Que no era él, éramos nosotros los que ya no nos queríamos. Las explicaciones del amor que se muere.
Esa semana, digirendo el asunto, A. le preguntó a mi madre sobre mi padre muerto, qué hiciste, Nonita, con el amor cuando se murió el Nonito Jorge.

+

breves pijamas de plush celeste
el escenario familiar se desarma
levantan el circo


me pregunto en qué lado
quedo


y nunca existe otro lugar del mundo
en el que pueda estar


siempre siempre
soy acá y ahora


por qué entonces
esta sensación de figurita recortada a destiempo
sin sustento flota
aquí ahora nadie
ni siquiera el aire





Mamá del mar

En la costa atlántica. En una ciudad con mi nombre. Él tenía tres años y eran sus primeras vacaciones en el mar. Desayunábamos. Escuchábamos la radio. Una publicidad terminó diciendo una dirección local: calle tal, número tal, Valeria del Mar. Se asombró. Su cara se iluminó. Exclamó: "¡Dijeron mamá del mar!"

Del mar de esporas y polen. El aire que no entra. Que no entra o no sale. O no sé, mamá, tan cerca que estuvimos y ahora una magia se rompe en pedacitos. Y los pedacitos son irreversibles, pero qué más da, si es el aire que cotiza caro. Caro cotiza, igual que el amor. Aire, como en el circuito de la existencia: el ritmo de la respiración, el eje de la meditación zen. Iluminado, mamá, soy el buda del salbutamol. Éramos casi lo mismo, mirá, y ahora, a punto de hervor, me esparciré hacia afuera. Todo volcán necesita oxígeno, mamá, para la combustión.
Mamá, no me asfixies.
Mamá, no hay retorno.

Letras Combinadas VI: Verónica Salgado




Arte Multimedia: "Miguitas de pan sin pajaritos"



Letras Combinadas VI: Ricardo Czikk


Mugientes

Bucólicas tardes me cuesta nombrarlas
llamarlas. Embotado abotagado
moscas hiperlentas aún más que yo
escondido del resto, en las bestias mugientes
ellas: ojos sin fondo sus almas huyeron hace tiempo
taladran mis oídos sin música
y compiten los pájaros contra las ubres mudas
cotorrean a lo lejos, ellas
me pregunto cien veces cómo llegué al que soy
y de qué me río
cuántas vueltas más podré dar
si corro acaso seré más libre
¿y de qué?
ni siquiera sé flotar
en el rumor de mis ideas
empastadas lentas sin aliento
me anclo en seco
descorcho el año nuevo
pesebro la noche vieja, días sin sombra
mediodías perfectos con sol a pique
falto de reflejos donde mirarme
desato cientos de ensayos, desacelero en las curvas
la reconversión es un baño ritual
un montón de nada
sólo moscas girando lentas, lentas, súper lentas
fuera o dentro de mis ojos acalorados
mugen y trinan mis ideas desbocadas
quizá y qué importa
le interesen a casi nadie
como a mí: el tambo, el campo y el matadero
donde pastan moran y mueren:
ellas.

viernes, 8 de mayo de 2009

Letras Combinadas VI: Karina Macció




y no puedo evitarlo: te extraño. Mi razón, mi entendimiento (¿entender qué? ¿qué pasa si el medio no aplica al fin?) saca carteles claros, escritos con mayúscula:
NO LO HAGAS
y luego, simplemente, no: NO.
Desde mí, yo, adentro, pegado en el reverso de este recubrimiento que me limita, YO objeto, yo que no se dice en voz alta, desde ese lugar deíctico que no sé llamar, todo dice Sí, con mayúscula que no se ve, pero que es tangible –siempre invisible para mis ojos que, soberbios, creen que lo que ven es lo que es– para mi cuerpo, el cuerpo mismo es la mayúscula, que dibuja una letra gótica, rebuscada, con arabescos en las extremidades y un acento claro al final, como un reborde de uña que raspa: Sí. Encima se agita, flamea incendiada, bandera que es más sábana, porque se quema y sigue quemándose sin acabar, nunca, siendo las ondas de tela a la vez de fuego, pero igual de ondulantes, de aspirantes. Desde abajo empieza, se irradia, un fuego imparable: destruir al cuerpo, consumirlo, de una vez, consumarlo? Darle su razón de ser, pero no hay. No hay entendimiento posible. Razón es causa, no razonado, más bien, acorazonado, con sangre hirviente, a borbotones, me muevo efervescentemente, sin cabeza, hecha co-razón.

Ella, por un lado.
Yo, por otro.
Aunque ella? yo? ¿Quién?
¿Quién anda ahí? (¿no escuchaste un ruido? ¿quién será?)
¿Quién anda ahí? (siempre el miedo instalado, que abran la puerta y salte
(todo, que no nos descubran, que no me descubran, a ver si se dan cuenta, toda esta vida es
(una farsa, parece una trampa de ratón, ahí está el queso, vení, ¿no te tienta? vení, dale,
(vení y ¡pum! salta, estalla, perfora pero todavía no, todavía no, fue sólo un ruido
(un moverse de alguien en otro plano ¿no? un gato ¿no? ¿no es siempre un gato?
(–primero es un gato, después no– un ruido, sólo un ruido, solo, nada más)


Cuando intento mirarme lo único que hay es reflejo, carne plantada en un espejo que es ciega (en la carne expuesta, revestida pero desnuda, los ojos no aparecen). Como un lago petrificado, el espejo posee un cuerpo solo, abandonado, muerto de miedo en un lugar blanco, a la intemperie. Soledad sin sol, como si la terminación de la palabra aguara su calor (edad, un camino hecho de años, de poner ladrillos en el yo, desde mí, hacer un yo con una tríada de décadas, tres y cero, tres cero, o cero tres, el cero no es nada cuando va detrás, es un agujerito que se abre para mirarte mejor, es el ojo escapado de la carne que se da vuelta y te guiña un tres, y te dice tic tac, morboso, social, tan redondo y consciente, tan asimilable a una O, Oh, ya es hora, vamos, ¿qué esperás? ¿no ves que el tiempo pasa y esa redondez no debería estar en mí, sino en vOs? Estás listas para ser 0tra, para tener 0tr0, para ser dos en uno, por lo menos dos, y no contestes que ya sos, siempre algo se es, aunque sea muy poco, o directamente, nada, porque ser nada es algo, “alguito” me dijeron, entonces salvo que digas S.O.S., no digas más, porque este dos tiene carne y cerebro, que es lo primero que crece, otra cabeza en tu estomágo, para que pienses mejor, para que veas mejor quién sos):

se ablanda primero, el sol es lava, se desparrama, charco naranja intenso, jugo caliente parecido a la miel, encendido, sol sin líneas, sin rayos, sol tirado, se desparrama más, crece en el piso, es absorbido, enfríado, es apenas agüita coloreada que, de a poco, pierde su tono, insulsa, desparramada en el piso, en la tierra que la quiere chupar, de a poco, pierde su tono, insulsa, no dice nada, pierde (ha perdido, hasta ahora no se daba cuenta, había perdido la cuenta, ¿cuántos años? ¿cuántos meses? ¿cuántos días? 3, 13, 30, tres trece treinta –¿la traducción me dirá algo? ¿la repetición? hacer un mantra, ver qué pasa, morir repitiendo, ver si algo se codifica, se cosifica, se hace algo que no soy yo, pero que sale de mí, ¿es ésta la forma? 3, 13, 30, tres trece treinta ¿qué son estas cifras? tan ridículas con ese tres tres veces, tres veces tres, distintos tigres, tristes seguro, desorientados, no saben dónde van, para qué, por qué comen trigo cuando son carnívoros ¿por eso se atragantan? 3, 13, 30, tres trece treinta, es la paradoja, lo que está a mi lado, justo ahí, en ese resquicio que el ojo oblicuo intenta ver, pero no puede, se intuye, pero nada, no se llega a descifrar, sólo el canto, la repetición autista, ladeada, casi de cabeza contra pared) se queda quieta, trabada, muda, inerte, inesperada, inesperadamente se vuelve, metal, plata, esqueleto sin huesos, olvido, mudez que no se dice, que es completa, inocencia, latido, puro deseo, boca abierta, y entonces piel que es toda lengua, pero sin nadie a quien envolver, ondea, rígido el cuerpo solo, carne vidriada, en el espejo, en el ojo de un OtrO que aparece y no se ve, está más que es, es estando, siendo, sobre todo, está.

Te extraño.
Extraño.
Te hago extraño.
Extrañar (perder lo que no se puede tener, tres trece treinta veces seguidas, sin parar, tres veces treinta, tres veces trece veces treinta veces tres, tres tres tres...
...
...
...

Letras Combinadas VI: Aníbal Ilguisonis




—para vos
¿para mí?
—para vos
¡muchas gracias!
—pensé en vos
¿en mí?
—en vos
¡muchas gracias!
—pienso en vos
muchas gracias
—confío en vos
muchas gracias
—creo en vos
muchas gracias
—¿me entendés?
muchas gracias
—me gustás
muchas gracias
—cuento con vos
muchas gracias
—no me falles
muchas gracias
—es un pacto
muchas gracias
—ida y vuelta
muchas gracias
—yo te cuido
muchas gracias
—arrorró
muchas gracias
—mamita
muchas gracias
—un equipo
muchas gracias
—ponéte pilas
muchas gracias
—bueno, bueno…
muchas gracias
—¡ponéte las pilas!
muchas gracias
—¡ponéte las pilas!!!
muchas gracias
—DATE VUELTA
muchas gracias
—¡TOMÁ TOMÁ TOMÁ!

—andá a lavarte
muchas gracias
—¡Sos boluda!
muchas gracias
—me das gracia
muchas gracias
—no te entiendo
muchas gracias
—¿querés más?
muchas gracias
—¡TOMÁ TOMÁ TOMÁ TOMÁ!

—seguí así

muchas gracias
muchas gracias
muchas gracias
muchas gracias

muchas
gracias