sábado, 22 de agosto de 2009

LETRAS COMBINADAS VIII

Viernes 28 de Agosto, 19.30 h
LETRAS COMBINADAS
8va. Edición





Letras

Susana Cella
Francisco Garamona
Karina Macció
Mana
Belara Michán
Laura Stigliano
Florencia Walfisch

Música

Eliana Casero

Registro y Arte multimedia
Agustín Schmukler

en Bataclana Bar
(Corrientes 3500,
y Sánchez de Bustamante)

Letras Combinadas VII

Viernes 26 de Junio, 19.30 hs




Viajeros invitados:

Sandro Barella
Carlos Battilana
Elena Boledi
Liliana Ponce
Mónica Rosemblum

Música: Marcos Cabezas

El viaje de Marcos Cabezaz







El viaje de Mónica Rosenblum

Mónica Rosenblum nació en 1960, es psicoterapetua, consteladora familiar y poeta. Patricipa del taller literario de Romina Freschi.
Publicó Ultima Piedra (Editorial Tierra Firme, 2002) y Umbral (Pájarosló Editora, 2008).
Textos suyos fueron publicados por: Zapatos Rojos, Color Pastel, Poesía Manuscrita; Poesía en el Subte, Revista Feminaria, Revista ADAMAR (España), Diario La Jornada (México), Revista Plebella, entre otros . En 2006, su poema Hexafluoruro de Uranio fue musicalizado por Cecilia Gauna para el CD Non-Stop. A partir de diciembre de 2008 forma parte del grupo de poesía ENJAMBRE, junto con Juana Roggero, Juana Peralta, María Gutiérrez y Teresa de Elizalde.






a veces es propicio
cruzar las grandes aguas
y entrar en el juego
de la diferencia


fui tan lejos
a buscar la contraseña
probé palabras,
fechas
datos
números
di vuelta nuestros nombres
nuestros apodos
nuestros susurros
tomé mi sombra
por los tobillos
sacudiéndola
me fijé en el dorso
de nuestras miradas
di vuelta los bolsillos
del camino viejo
busqué en los predicados
en la mejilla del beso
y en la otra
desanduve secuencias
busqué en los zócalos
en el perímetro del laberinto
revolví las bisagras
de la distancia
me di vuelta
hice search
en las profundidades
desatornillé alcantarillas
di tantas vueltas
buscando la clave
la palabra mágica
que a b r a
cadabra
el password
que destrabe
la montaña de hielo
y sólo en la quietud
en el silencio de todos los oráculos
en el off de todas las imágenes
me fue revelada:sí
la contraseña es sí

El viaje de Liliana Ponce


I

Poema

En recuerdo de un viaje a la ciudad de México, desde Acapulco, a través del desierto, un día de noviembre.


1

A un paso del precipicio los pies no sienten
la velocidad del vehículo que corre
bajo el aire de noviembre.
Las curvas de la carretera se abren de par en par
envueltas en el juego de las piedras,
en anillos de piedras y cactus.

Que ahora entre en la ciudad
como si la noche hablara llamando al fantasma
y la evidencia de cada geografía inexistente
pudiera hacerse tan real
como el espacio de un mantel–
la cinta atada al cansancio,
al completo abandono, la persistencia.
Pero éste es el lugar
y sé que algo quedará
en este borroso punto de despojos,
mientras espero la ciudad,
bajo la sombra de Tenochtitlán,
hueso y concha
en el límite donde podría morir.

2

¿Cuánto hace que partí?
Tomaba té y después los árboles
empezaron a desaparecer
al lado de mi ventanilla.
¿Cuánto hace que partí?

La noche también viajaba
de un continente a otro,
de un país a otro.
–Acude a lo dócil, inclínate,
mi tiempo crea la pasión.
El hechizo es un muro flotante,
separará siempre el viento, el ojo mágico,
separará tu voz, la constelación de los rostros.

¿Cuánto hace que partí
de la tierra desnuda y sin memoria,
de lo húmedo en lo alto del mar,
de la noche túnel cavada?


3

Hace un día casi, en auto recorría otro paisaje.
Foránea en planicies de arenisca,
a lo largo de rutas infinitas.
Color de almendra el polvo,
se abre a las serpientes miméticas, sutiles,
que no pueden verse sin prestar atención a lo obvio.
(Es mi anhelo entrar en el corazón de México
–ya bebí sangre de chili,
y gota a gota el agave
entra en mi lengua, se sella en el aliento.)
En el nudo, mi entrada en el secreto:
cómo el cielo comerá al desierto,
lo disolverá en una sola sustancia
sin la convulsión de lo húmedo, lo árido.

La estación de la víbora espera en esta arena,
mi sol despojado, sol rayo
para un espacio esculpido a fuego.
La luz en anillos cae dorada en sus fauces
y me absorbe.


4


La distancia se moldea con los objetos,
retrocede y avanza–
fuego fatuo de la Reina de senos desnudos,
en mi mano deja ahora un cristal
tallado cuidadosamente a la hora sexta,
mientras el viento recorre curvas irreales.
–Sin sol no podré despertar,
sin sol, Reina, no podré besarte.

5


El terror del desierto me aísla.
Quieta, yerta en el umbral de las montañas,
un hilo de sed se refleja en el cielo de vidrio
convertido en lana, en soplo cálido y seco
–el silencio no hubiera elegido entrar en el polvo
pero ahora es la serpiente quien está en los párpados,
y florece en el cuello en gruesos pétalos,
carnívoro reflejo de las vísceras,
del fruto viscoso, bulbo,
espíritu animal envuelto en el color,
y un poco más en luz enmarcando la meseta.
El terror me aísla. Estoy en un espejo
y mi cuerpo puede transformarse
antes de que la navaja corte el rayo,
antes de que mi ojo se desnude.


6


La ciudad se acerca.
Voy por la carretera como si duermiera
en un relámpago.
¿Cuánto hace que partí?
El ardor roe la sed, el hambre, el dolor.
Un suave polvo impregna tu vestido y el cabello
se ha vuelto gris –gris de liquen,
de piedra húmeda
(¿o es que acaso debo pensar en lo húmedo
para esconder la aridez, o desplazarla?)

Duermo en un relámpago
y sé que olvido la muerte
como si olvidara un sueño rápido,
el instante en el vértice de los signos.
Al final del viaje
habrá que tejer en el viento–
y sobre este desierto
todo lo dicho alguna vez se expande,
móvil, continuo.

(Publicado en Revista Tsé-Tsé Nro. 3)

El viaje de Elena Boledi




Buceadora del tiempo


La consigna es hurgar entre las sombras la memoria
hay que encontrar el jardín de la casa de la infancia (mi morada)
En el polvo del silencio sólo puedo hacer un pacto con mis muertos
morder la ceniza y ahogarme
el horizonte está en el barro
pero allí no hay barco que pueda anclar
es mejor dejarlo en la otra orilla
para que no se anegue.
Ir sola a luchar con la marea
sola o conmigo con la otra que soy yo sin máscaras
con mis palabras talismanes
mis escudos
mi cuerpo contra el viento
contra el azote del frío entrando por las grietas abiertas en el muro.
Sí, sola al encuentro con ellos
y me mirarán con sus ojos vacíos bajo la piedra
me esperarán me estarán esperando aguardando
porque la niña de algodones, la infanta coronada
no necesita corceles esta vez
para elevarse al cielo para cruzar el umbral.
La muñeca de pelo largo y rojo irá con ella
será su amuleto para enfrentar los espejos y romperlos y mezclarlos
como un rompecabezas.
Entonces su historia podrá reconstruirse a su manera
renacerse renacerme
volverme a mí conmigo
en mi disfraz de pequeña hacedora de milagros cotidianos
en los lejanos paraísos de la inocencia.

El viaje de Carlos Battilana

Carlos Battilana: Paso de los Libres, Corrientes, 1964. Reside en Buenos Aires. Publicó Unos días (Libros del Sicomoro,1992), El fin del verano (Siesta, 1999), Una historia oscura (Ediciones del Diego, 1999), La demora (Siesta, 2003) y El lado ciego (Siesta, 2005). Ha publicado poemas en antologías y revistas del país y del exterior. Es docente de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Buenos Aires. Colabrora en ADN (suplemento de cultura del diario La Nación) y en Diario de Poesía. Los poemas que se difunden aquí son parte de un libro que se llama Materia, que la editorial Vox publicará próximamente.





Filatelia


mi padre
colecciona estampillas

es una tarea
menor
que requiere
de atención
y de goce

de joven
ha trabajado en el Correo
y su amor
por las formas y los colores
posiblemente
se remonte a ese origen

los sábados
por la mañana
de 1970
setenta y uno
acumula
4 álbumes
y ordena
las nuevas
y viejas estampillas
de argentina, usa,
brasil y canadá

las mueve
de lugar
las desplaza
minuciosamente
usando
una pequeña pinza
de depilar

yo
observo la tarea
a la distancia
y admiro
esa labor
artesanal
la precisión
que requiere
el cuidado
de una tarea ociosa

De "Materia"

El viaje de Sandro Barrella



Sandro Barrella nació en Buenos Aires en 1967. Es librero y periodista cultural. Colaboró en el Suplemento Cultura y Nación del diario Clarín. Colabora con el Suplemento Cultural del diario El País de Montevideo y con el Suplemento ADN del diario La Nación. Sus poemas y artículos sobre poesía fueron publicados en revistas especializadas: Diario de poesía, La danza del ratón, El jabalí, Hablar de poesía. Poemas suyos fueron traducidos al inglés para la revista canadiense Ellipse, cuyo número 73 fue dedicado íntegramente a la poesía argentina contemporánea. Lleva publicados dos libros: El álbum de Pascal (1996), El golf (2005)