martes, 22 de junio de 2010

El viaje de Bárbara Jelen


El músculo galopa.
El sol se amontona a los costados de la vía.
Donde en apariencia
no se produce
ni un gesto mínimo
el líquido semántico
fluctúa
la piel filtra
ríos se elevan

habría que
inmiscuirse en lo insólito
hasta que la piedra caiga
y se produzca el agujero

¿Se puede decir desde el silencio?


      ***


 No hace falta decir
“Hola, voy a correr un riesgo”
tan solo correr
y correr
como Lola
casi un día entero
con los párpados quebrados
los espejos desnudos
el descontrol propio de las almejas
en un despampanante desencanto
con el tiempo en los huesos
y  la sangre espesa
desembranada.
  


     ***



¿cómo
     volverme más espesa
más
                        presente?



***

  Un hueso que se desprende de la carne
la carne más allá de la carne
un pescado
un hueso corroído
la carne más allá de la carne
no resulta una buena alternativa

en ocasiones
el temperamento
espesa la sangre
cuando el movimiento
no implica traslación

después de girar como locos
descubrimos
que estamos parados
frente al farol de siempre
con la luz
gastada      cepia
que se fue apagando
de a poco
inexorable
hasta que todo quedó oscuro
rojo.


***

a veces
hay que sangrar
para qué
te miren

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