lunes, 11 de julio de 2011

El viaje de Mario Nosotti



Glosa

Este pliegue de nubes se sumó                                 
al ámbito impasible del que vuelve
pensando más allá.
Un movimiento oscuro pero leve
atraviesa la seda que protege                                      
su deber de decir. El mensaje se mece                       
en una repentina más cierta
razón fundamental.
Tronco hueco y sombrero
mirada transeúnte o más bien
la cabeza hasta el mismo vacío,
hasta al fin alcanzarlo, depositándolo.

La quietud en el hondo                                             
batir de la emergencia. Lazo que hace
el polvo. La emergencia del polvo
que vendría a ser yo.

 ***
  
                                                                                      
“futuro cotidiano”
 Hilda Rais

Busco en esta pisada
la hora que no encontré
los otros días malos
Pensaba de la huella su obertura
entregaran el hilo de su ritmo
Escuchar para adentro
mirar y tomar nota
comparar
Tristeza que tratara
de atrapar un declive
en un mar que va y viene
un filo que no deja reposar
Y la foto
de concreta tan linda
la letra la disgrega
A esto quiero llegar   

 ***
  
Por cada sueño de la levedad
se cruzan las alarmas de los santos
ellos trazaron su circunferencia
y miraron adentro

Una forma consiste
en otear a lo lejos y escribir
lo que se ha recogido no se sabe dónde.
Otra forma es trabar una lucha
elevarse pisando
salientes y hendiduras
asentando la uña del zapato.

Tengamos la ilusión de recoger
después hay sólo hilos, yeso.

Con eso nos metemos y eso
da la gracia.

Los santos botan lámparas
que a poco los consumen.

Entran así a la noche inmensa.

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